La historia clínica del paciente ya no solo es manipulada por
el personal médico, sino también por el equipo de enfermeras, terapistas, bacteriólogos,
etc. Lo que dificulta cada vez más su
reserva.
No está permitido ingresar a la historia clínica de un
paciente si no es el responsable de su atención, si no hace parte del personal
que lo está tratando y no hay autorización del paciente.
¿A quién pertenece la historia clínica? Al médico que la
hace, al paciente quien dio todos sus datos o a la institución donde es
almacenada. El artículo 34 de la ley de ética médica dice que la historia clínica es un documento privado, sometido a reserva, que solo puede ser conocido por terceros si el paciente lo autoriza o en los casos previstos por la ley.Por lo que decimos que el paciente es el
dueño de esta.
Los pacientes deberían conservar su historia clínica y
exámenes tal y como lo hacen con su
cédula o pasaporte, ya que en esta se almacena
la información necesaria para que cada atención médica sea completa y
quien lo atienda pueda conocer todos sus antecedentes; aunque esto puede llegar a traer problemas en los casos de pacientes psiqiatricos o en medicina forense, porque el paciente puede alterar a su conveniencia la histotia clínica, por lo que tambien se consignan datos escenciales en el registro del hospital.
Para guardar la intimidad del paciente se han creado documentos alternos como los protocolos de investigación, las consultas de urgencias, entre otros para que estos puedan ser consultados por otras personas y asi no tengan acceso a la historia clínica y así se pueda conservar el secreto profesional.
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